Mi vida. Jesica Budia

Mis padres se conocieron trabajando en la frontera de Orán, Salta. Ellos no están casados por que no lo pensaron bien, a mí me gustaría que ellos se casen, sería lo más lindo. Mi mamá trabajaba en una casa y mi papá era albañil, trabajaban los días de semana y los fines de semana mi papá iba y buscaba a mi mamá para salir a pasear o cenar por algún lado. 

Cuando mi mamá se enteró que estaba embarazada reaccionó con un poco de miedo y después con alegría y mi papá se sorprendió cuando él se enteró. En esa época cuando mi mamá me tenía en su vientre ayudaba a trabajar a mi papá. Cuando ella iba al médico le decía que estaba todo bien y sin problemas. Ya que cuando mi mamá estaba embarazada engordó mucho parecía un chancho, me dice ella a mí.

Cuando mí madre empezó con las contracciones fue al hospital y la internaron el día 19 de noviembre a las 10:00 de la mañana.

Yo nací el día 19 de noviembre del año 1.997 a las once de la noche, pesé 3,600 kg. y medí 500 cm., fue un parto complicado porque nací con el cordón umbilical enredado en el cuello y a ella le tuvieron que hacer cesaria por que me iba a asfixiar.

Nací en la ciudad San Ramón de la Nueva Orán provincia de Salta, el hospital se llamaba San Vicente de Paúl.

Mi mamá se llama Angélica Flores, mi papá Agustín C. Budia y mis hermanas Camila, Nadia y mi hermano Enzo. Yo no conocí a mí abuelo paterno, mi tía Mirian, Lucía y Valeriana.

Mi habitación era pequeña viví allí desde que tenía tres años con mis padres y mi hermana Camila.

Tenía a mis compañeros cerca para jugar y divertirme un poco. 

Las personas eran rebuenos conmigo y siguen siéndolo, me conocen como si fueran mis tíos, nunca me voy a olvidar esos momentos tan lindos y divertidos que pasé con ellos. Ahora que estoy más grande se sorprenden porque hace tiempo que no los veo y si los encuentro por el centro dicen que crecí de golpe.

En la ciudad de Orán, donde vivía con mis padres las calles eran asfaltadas, el clima era húmedo, había mucha vegetación, los colores eran variados, vivíamos en una selva tropical donde habían cítricos. En esa ciudad había distintos trasportes. Fuimos a distintos lugares y decidimos quedarnos en Mendoza porque los trabajos del norte no le gustaba. Viajamos al zoológico.

Mi colegió no es ni grande ni pequeño pero tiene un patio enorme. Las maestras eran muy buenas con los chicos tengo buenos recuerdos de ellos porque fueron y son muy buenas, solidarias y una madre más para nosotros.

Con mis compañeras compartía secretos, éramos confidentes e íntimas. Mis amigas siempre fueron muy buenas y amables. Tengo recuerdos buenos y chistosos y muchas cosas más.